Bienvenido al blog de la Iglesia Congregacional Bethel "Un encuentro con tu destino".
Confiamos en que Dios bendecirá cada área de tu vida, deja tu comentario y estaremos dando seguimiento

Pastores: Elias y Myrna Martinez

Ahora dice el Señor a su pueblo: "Ya no recuerdes el ayer, no pienses más en cosas del pasado. Yo voy a hacer algo nuevo, y verás que ahora mismo va a aparecer. Voy a abrir un camino en el desierto y ríos en la tierra estéril. Isaias 43:18, 19

martes, 30 de septiembre de 2014

¿Jesús es el señor de nuestra vida?

   

   Pasaje bíblico: Deu 13:4  En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis.




   Versículo para memorizar: Rom 8:14  Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.


Objetivos:
 §  Concientizar al pueblo de Dios de la importancia que tiene el compromiso en nuestra vida.
 §  Aprender la diferencia que existe entre tomar una decisión y comprometerse a ella o a una persona.
§  Saber qué es lo que Dios más busca en una persona.

Introducción: no hay otra forma más grande de demostrar amor y agradecimiento por lo que Dios ha hecho en nuestra vida, que siendo comprometidos y obedientes a lo que Él quiere de nosotros. En muchas ocasiones, nos confundimos con el significado de compromiso; lo vemos como una carga en vez de una bendición que viene a nuestra vida por causa de nuestra obediencia y amor, al querer hacerlo lo que Dios quiere, a pesar de las circunstancias. Si cumplimos con el compromiso trazado hasta el final, vamos a recibir madurez espiritual y bendición en todos los aspectos. Y, además, le estaremos demostrando a Dios que Él nos importa más que cualquier otra cosa en nuestra vida y que es nuestro Señor.
Jesús es el Señor de nuestra vida cuando hay compromiso y consagración de parte nuestra; cuando obedecemos al llamado que Dios nos hace a consagrarnos a Él.
La mayoría del pueblo de Dios ha tomado una decisión por Jesús, pero no se ha comprometido con El. El compromiso es la base principal para desarrollar una relación fuerte y de pacto. Cuando estamos totalmente comprometidos con la persona de Jesucristo, estamos comprometidos en el hogar, en la iglesia, en nuestro trabajo, con nuestras amistades, en todo, Dios se compromete también con nosotros.
Hay una gran diferencia entre tomar una decisión por Jesús y hacer un compromiso con El. La persona que toma una decisión dice: “no quiero ir al infierno”, “quiero ir al cielo cuando muera”. Quien se compromete dice: “este es mi Dios, esta es mi iglesia y yo sigo hasta el final sin importar lo que venga”.

¿Qué es compromiso?
ü  La palabra compromiso significa entregar algo a alguien. Esta palabra implica comprometerse con alguien, creer en alguien, confiar en alguien, abandonarse en alguien, ponerse a la disposición de alguien; sacrificio.
ü  Implica una firme resistencia a cualquier tentación de desertar o traicionar en un momento de crisis.
ü  Es mantenerse firme y de continuo con la estricta obediencia a las promesas o los votos que se han hecho a Dios y a los hombres. Lo opuesto al compromiso es la apatía e indiferencia.

¿Qué es la apatía?
Es tener falta de sentimientos, emociones, falta de interés, pasividad y falta de cuidado. El sinónimo de esto sería complacencia, la cual lleva a la idea de una satisfacción egoísta.
Compromiso significa que la persona, deliberada y voluntariamente, escoge dar de su espíritu, su alma y cuerpo al Señor Jesucristo. Estar comprometido implica estar físicamente entregado a algo o a alguien.
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Rom 12:1

Sacrificio: en el Antiguo testamento, se le daban las ofrendas para el sacrificio al sacerdote, y este se las entregaba a Dios. El compromiso implica sacrificarnos para Dios; someter nuestros sueños y nuestra voluntad a Él.
Santo: algo que ha sido deliberadamente separado para Dios.
Dios busca dos cualidades para poder usar a alguien, y estas son:
·         Disponibilidad. Es estar dispuesto todo el tiempo, entregado y comprometido con El (de esta manera, seremos usados poderosamente). ¡Dios no espera que usted y yo seamos perfectos; pero si, que estemos disponibles!
·         Obediencia. Es estar dispuesto a hacer lo que Él nos pida, sin discutirlo y sin razonarlo, aun sin entenderlo. Es solamente ir y obedecer.
Si no hay una entrega a Dios, o un compromiso con la persona de Cristo, lo que hay es rebelión. “con Dios no existe el compromiso parcial”
Jesús es nuestro Señor: Nosotros como creyentes no podemos estar totalmente comprometidos, rendidos obedientes a Jesús, si no reconocemos que Él es el amo y el Señor de nuestras vidas.
¿Por qué es importante hacer a Jesús el Señor absoluto de nuestra vida? Si Jesús no es nuestro Señor, producimos obras de maldad.
Mat 7:21  No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Mat 7:22  Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Mat 7:23  Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
Toda obra hecha para el Señor, fuera de su tiempo y hecha con la intención y el motivo incorrectos, es una obra de maldad.
Los siguientes principios bíblicos le ayudaran a reconocer si Jesús es su Señor y si está comprometido con El.
Jesús es el Señor de mi vida cuando:
1.   Le obedezco al impulso inicial de su Espíritu Santo, sin pensarlo y sin argumentarlo; lo que él me dice, eso hago.

Rom 8:14  Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Rom 8:15  Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
Rom 8:16  El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

2.   Estoy comprometido a cumplir su voluntad para mi vida, antes de saber lo que Él va a querer de mí.
Jua 5:30  No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.

3.   Estoy disponible para servirle, no importando el tiempo ni las circunstancias

Heb 6:10  Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.

4.   Reconozco que Él es el dueño total de mi vida y de todas mis posesiones; y por tanto, puedo someterlas todas a El sin reparos.
5.   Agradarle a Él, excede mis deseos de agradar a otros.

Gál 1:10  Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.

6.   lo veo a Él como la fuente que suple todas mis necesidades y deseos.

Col 2:9  Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
Col 2:10  y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.

7.   Considero mis fracasos y dificultades como oportunidades para mi crecimiento espiritual.

lunes, 22 de septiembre de 2014

JESÚS, EL HACEDOR DE MILAGROS



Pasaje bíblico:
Éxo 15:26  y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.
Objetivos:
·         invitar personas que no conocen al señor, para que por medio de las sanidades y milagros, tengan testimonio de su existencia y lo puedan hacer el Señor de sus vidas.
·         Hacer la voluntad de Dios, que es sanar a todo aquel que este enfermo.
·         Motivar a los líderes para que incrementen su fe.
Introducción: al mirar las escrituras, vemos los milagros y las sanidades hechas por Jesús; y a veces, nos preguntamos si esto pudiera suceder por medio de nosotros también. Pues quiero recordarle que Jesús dijo que aún cosas más grandes haríamos nosotros en su Nombre. El desea sanarnos, más de lo que nosotros lo deseamos. ¡Lo que tenemos que hacer es pedir!, como lo vemos en el siguiente pasaje bíblico.
Luc 5:12  Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
Luc 5:13  Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él.
El poder de Dios estaba en Jesús para sanar y hacer milagros; de la misma forma que, por su favor y su gracia, ese poder esta hoy en nosotros. Lo único que lo impide es que no le creemos lo suficiente como para que se manifieste. Tampoco tenemos la perseverancia que se requiere para alcanzar la sanidad o el milagro que deseamos, y que, de pos si, ya nos pertenece. Jesús nunca dejo un caso sin esperanza. Hay esperanza para todo el que puede creer, pues el andaba por fe y no por vista (como debemos andar nosotros hoy). No nos deben importar las críticas, solo hacer lo que esté a nuestro alcance para que la voluntad de Dios sea manifestada en nuestras vidas. Veamos el siguiente caso:
Mar 3:3  Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio.
Mar 3:4  Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo[b] hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban.
Mar 3:5  Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana.
Como podemos ser sanos?
La sanidad de Dios puede ocurrir de muchas formas. Lo más importante es tener fe en Dios para recibirla. Al leer el caso de la mujer de flujo de sangre, podemos observar muchos detalles que nos harán reflexionar al respecto.
Luc 8:43  Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada,.
Muchas veces, acudimos a varias fuentes antes de ir a la que verdaderamente nos puede ofrecer la sanidad; no es la intención decir que los médicos no sirven, claro que sí, pero ellos trabajan con métodos de humana sabiduría, la cual tiene un punto límite donde, muchas veces, tienen que reconocer que no hay nada más que puedan hacer. Pero Dios tiene una infinita sabiduría y poder, lo cual nos permite obtener la victoria sobre toda enfermedad.
Luc 8:44  se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.
Esta mujer tenía perseverancia y fe; pues, ¿usted se puede imaginar llegar en esta condición y atravesar todo un tumulto de gente para llegar a donde Jesús estaba? Obviamente, ella estaba perseverando porque tenía la fe suficiente en que, si tocaba a Jesús iba a ser sanada.
Luc 8:45  Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?
Luc 8:46  Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.
Cuando estamos dispuestos a recibir la sanidad, el poder de Dios es innegable para nosotros. La sanidad puede venir de cualquier forma, por ejemplo: en medio de una predicación, cuando se alaba a Dios, por medio de una persona, a través de la imposición de manos, a través de un objeto ungido, entre nosotros. Pero, siempre debemos tener en cuenta que el que da la sanidad es Dios y no el medio que El utilizo.
Luc 8:47  Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.
En todo momento debemos dar gracias a Dios y testificar lo que Él ha hecho en nuestras vidas. Después de que usted sea sanado, debe darle toda la gloria y la honra a Él y nunca olvidar lo que hizo por usted.





lunes, 15 de septiembre de 2014

LA BATALLA ESPIRITUAL


Pasaje bíblico:
Efe 6:12  Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Versículo para memorizar: Salmos 144:1 Bendito sea Jehová, mi roca,
 Quien adiestra mis manos para la batalla,
 Y mis dedos para la guerra;
Objetivos:
·         Concientizar a las personas de la lucha constante que tenemos contra el reino de las tinieblas.
·         Identificar las áreas con las que el creyente lucha frecuentemente, para que tome autoridad sobre ellas y sea libre.
·         Aprender a usar la autoridad que Dios nos ha dado.
Introducción: uno de los temas que los creyentes deben entender, es que cada cristiano le ha sido dado el poder y la autoridad para representar a Dios, y ejercer dominio y señorío en lo espiritual y en lo natural. Dios creo al hombre para que ejerciese señorío sobre todo lo creado. Todo lo que nosotros, como creyentes, permitamos en la tierra, es permitido en el cielo; y todo lo que prohibimos aquí, es prohibido en los cielos.
¿Qué es guerra espiritual?
Es la batalla que el creyente libra en lo espiritual para desplazar, permanentemente, los poderes demoniacos; eliminando todos los sistemas que los alimentan y cerrando las puertas que le dieron entrada al enemigo.
La verdadera guerra espiritual tiene que ver con quitar, echar fuera los demonios de una persona, ciudad y nación, de una forma permanente. Para eso, es necesario que eliminemos los sistemas que alimentan de poder a esos espíritus y le dan derecho legal sobre nosotros. Es necesario, también, cerrar todas las puertas que les dieron la entrada. Por ejemplo, en el caso de un individuo que sufrió un abuso. Es importante que cierre esa puerta y perdone al que le abuso. Si es una ciudad, es importante que el pueblo pida perdón si los demonios se introdujeron por una puerta de pecado de idolatría. En conclusión, la guerra espiritual es completada y ganada cuando movemos, quitamos y echamos fuera los demonios; cuando les cortamos las líneas de supervivencia y les cerramos las puertas por donde entraron. Estamos en una lucha constante. Hay una batalla espiritual en cada momento, por esto debemos colocarnos la armadura de Dios.
Efe 6:13  Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
El creyente tiene que luchar constantemente con:
·         La carne (someterla a la obediencia a Cristo)
·         El mundo (cuidarse de no caer en tentaciones o influencias del pasado)
·         Los demonios (liberarse de sus operaciones)
¿Todos los creyentes tienen autoridad?
Sí, todos lo tienen. Y ¿Por qué no la ejercitan? Porque se dejan dominar por sus pasiones, tentaciones, y además, permitiendo que el enemigo los pisotee.
¿Cuándo obtenemos autoridad? Cuando pasamos de ser simples criaturas a ser hijos de Dios.
Juan 1:12  Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
Por ejemplo, para llegar a ser un príncipe o una princesa, usted tiene que haber nacido en la realeza. Como hijo de Dios, es nacido de Dios; por lo tanto, tiene la autoridad de Dios.
¿Por qué muchas veces, cuando no éramos creyentes, tratábamos de liberarnos de los demonios y no podíamos? Porque antes no teníamos el derecho leal para echarlos; pero ahora, que somos hijos de Dios, tenemos la autoridad.
La autoridad y el poder…..
Luc 10:18  Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
Luc 10:19  He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
Por ejemplo: “Hch 28:5  Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció”.
El que toma la autoridad que tiene en Cristo Jesús, aunque se encuentre en las peores circunstancias, ningún daño le sobrevendrá.
¿De dónde viene la autoridad? Toda autoridad viene de Dios.
Cuando hablamos de autoridad, estamos hablando de Dios mismo; y cuando hablamos de poder, estamos hablando de los hechos de Dios. Por eso, Dios no tolera que nadie se revele contra ninguna autoridad; pues, ya sean terrenales o celestiales, han sido puestas por Dios.
¿Por qué si tenemos autoridad a veces no vemos los resultados? Porque presentamos los siguientes síntomas:
ü  Malos pensamientos (lujuria, temor, etc.)
ü  Cedemos a la tentación
ü  Espíritu de temor
La autoridad delegada por Dios va a funcionar en su totalidad si somos:
ü  Obedientes. La obediencia a Dios y a las autoridades que Él ha establecido. Nos provee protección y provisión.
ü  Sumisos. Es el que obedece y hace las cosas con deleite, vive en humildad. La sumisión nos prepara para ganar autoridad en el Espíritu y pelear en contra del diablo.
Stg 4:8  Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
Dependiendo del nivel de sometimiento s Dios y a su Palabra, así será el nivel de autoridad que usted tendrá.
Por ejemplo: una persona que tiene un llamado, pero no se somete al Pastor; no tendrá la suficiente autoridad para desarrollar ese llamado. Para que Dios pueda lidiar con su carácter en el área del sometimiento, generalmente, lo colocara en una posición en la que debe someterse a una persona a la que considera menos que usted.
¿Cuál es la fuente de nuestra autoridad?
La resurrección de Jesús. El hombre había perdido la autoridad en el huerto del Edén. La autoridad y el poder que el enemigo tiene hoy fueron entregados por Adán; pero Cristo se los quito al vencerlo en la cruz por eso, hoy, tenemos una autoridad y un poder y un poder que nos respalda.
Mat 28:18  Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Mat 28:19  Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
En ningún lugar del Nuevo Testamento, Dios nos habla de que Él va a echar fuera los demonios por nosotros; y es por esta razón, que tenemos que concientizarnos de nuestra autoridad de Cristo y no permitirle al enemigo que actúe en nuestras vidas. “Resistid al diablo y huira de vosotros”. ¡Permanezcamos firmes en la fe y echemos fuera los demonios en el nombre de Jesús!
1Pe 5:8  Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
¿Por qué tenemos poder y autoridad?
·         Atar y desatar.
Mat 18:18  De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
·         Echar fuera demonios.
Luc 9:1  Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades.
·         Sanar a los enfermos.
Mar 16:19  Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.
·         Mandar sobre los ángeles.
Heb 1:14  ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?
·         Mandar sobre la naturaleza.
¿Cómo ejerzo el poder y la autoridad?
1.      Decretando ese poder con sus palabras.
2.      Creyendo que usted tiene la autoridad
Jesús tiene toda autoridad
Apo 1:18  y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades. 

lunes, 8 de septiembre de 2014

LA OBEDIENCIA


Deu 11:13  "Y sucederá que si obedecen mis mandamientos que les ordeno hoy, de amar al SEÑOR su Dios y de servirle con todo su corazón y con toda su alma,
Deu 11:14  El dará a la tierra de ustedes la lluvia a su tiempo, lluvia temprana (de otoño) y lluvia tardía (de primavera), para que recojas tu grano, tu vino nuevo y tu aceite.
Deu 11:15  "Y El dará hierba en tus campos para tu ganado, y comerás y te saciarás.
Versículo para memorizar: Pro 12:15  El camino del necio es recto a sus propios ojos, Pero el que escucha consejos es sabio.

Objetivos:
·         Reconocer la importancia de la obediencia en nuestra vida.
·         Identificar las razones por las cuales desobedecemos Dios.
Introducción:
La obediencia es un factor muy importante en nuestra vida, y por medio de ella, podemos recibir muchas bendiciones y alcanzar la madurez espiritual. A veces, muchas personas encuentran la obediencia como algo molesto; si este es su caso, debe preguntarse si en su corazón todavía hay orgullo e independencia de Dios. La persona que tiene orgullo es aquella que piensa: “yo puedo hacerlo solo”, “yo sé lo que hago”, “yo no tengo que preguntarle a nadie”, “yo estoy muy grande para que alguien me diga lo que debo hacer”, y así sucesivamente.
Obediencia: es someterse a la autoridad por temor y para evitar consecuencias; es un acto externo.
Sumisión: es ponerse bajo o a la orden de una autoridad con una actitud interna de gozo. Es obedecer con deleite y no por evitar consecuencias; por lo tanto, la sumisión es algo interno.
Como podemos ver, la obediencia y la sumisión van ligadas debido a que la mayoría de las veces, la obediencia es un buen comienzo para llegar a la sumisión. No obstante, debemos entender que la obediencia, que es el resultado o la acción correspondiente de una persona que ha sido persuadida y convencida de que algo es verdad; por lo tanto, obediencia es también, un acto de fe.
En muchas ocasiones, el Espíritu Santo, a través de alguien o de usted mismo, le persuade o le inquieta acerca de una verdad sobre un asunto o área en específica, pero usted lo pasa por alto y decide no obedecer. Estas verdades pueden ser: la verdad acerca del diezmo y las ofrendas (la bendición que esto implica), la verdad acerca del perdón, de la mentira, del amor a nuestro hermano y de la familia (como padre, como esposo, como madre, como esposa).
Algunos aspectos importantes acerca de la obediencia
·         Cuando obedecemos a Dios, su bendición nos alcanza.
·         La obediencia no es el resultado de algo que se impone a la fuerza, sino de la convicción que tenga la persona acerca de determinado asunto.
·         La obediencia no solo es un acto externo sino un asunto del corazón. El que obedece, ama a Dios con todo su corazón.
·         La obediencia a Dios debe ser un acto espontaneo y natural.
Conozcamos ahora dos grandes razones por las cuales desobedecemos a Dios:
·         Porque no le amamos lo suficiente.
·         Porque no estamos convencido de aquello que Dios nos demanda.
Por ejemplo:
ü  ¿Por qué no oramos? Si la oración es la comunión con Dios; o ¿todavía no lo creemos así?
ü  ¿Por qué nos airamos y pecamos? ¿es que acaso no confiamos en la justicia de Dios?
ü  ¿Por qué dudamos? Si el que duda no recibe nada.
ü  ¿Por qué nos quejamos? Si la queja no le agrada a Dios.
ü  ¿Por qué no nos congregamos? Si Dios nos manda a que no dejemos de congregarnos.
ü  ¿Por qué no perdonamos? Si la falta de perdón desagrada a Dios.

El espíritu Santo nos convence y nos persuade para actuar y obedecer sus mandamientos, y amar a Dios con todo el corazón.
Si no le amo lo suficiente, estoy convencido de patrones negativos como lo mencionado anteriormente; pues mi amor por Dios no es lo suficientemente fuerte como para ceder mi voluntad a Dios y obedecer.
Al ser humano se le ha dado un libre a albedrío no para hacer lo que mejor le parezca, sino para obedecer a Dios motivado por el amor hacia Él. Nuestra obediencia radica en la fe y en el convencimiento que tenemos acerca de su palabra; pues si no existen estos dos ingredientes o tenemos escasez de los mismos, nos costara mucho ser obedientes.

La obediencia puede ser incondicional o condicional; veamos los siguientes ejemplos:
Mat 4:19  Y les dijo: "Vengan en pos de Mí, y Yo los haré pescadores de hombres." “condicional”
Mat 8:22  Pero Jesús le contestó: "Ven tras Mí, y deja que los muertos entierren a sus muertos." “incondicional”
Todo lo que tenemos y somos, le pertenece a Dios. Por ejemplo, la vida, el gozo, los dones, los talentos, las cualidades y toda cosa material; pero aun así hay algo que no le pertenece a Él, y es nuestra voluntad. Y la obediencia es el acto de nuestra voluntad para actuar, hacer y vivir lo que Él ha dicho.
¿Cómo Dios mide el éxito de un creyente, de un ministerio y de un hijo o hija?
·         No es por lo mucho que trabaje para Dios.
·         No es por cuantas obras he realizado (Dios no le ha mandado a hacer eso).
·         No es por cuantos miembros tenga su ministerio.
·         No es por cuantas iglesias ha edificado.
El éxito de un creyente se mide por su grado de obediencia a la palabra de Dios. Es decir, el nivel de bendición en su vida va a ser determinado por el grado de su obediencia a Dios.



martes, 2 de septiembre de 2014

COMO PONERSE DE ACUERDO EN ORACIÓN

   Pasaje bíblico: Mat 18:19  "Además les digo, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por Mi Padre que está en los cielos.
Versículo para memorizar: Mat 12:25  Conociendo Jesús sus pensamientos, les dijo: "Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no se mantendrá en pie.
               
Objetivos:
·         Crear conciencia de la importancia de orar en unidad.
·         Dar a conocer el poder que genera en lo espiritual, la oración en acuerdo.
·         Aprender los pasos a seguir para ponerse de acuerdo en oración
·         Animar a las personas a orar unánimemente.
Introducción: muchas veces, nos preguntamos por qué nuestras oraciones no son contestadas; porque no somos efectivos cuando oramos. La respuesta es que no es lo mismo disparar al aire que a un blanco especifico. Para lograr disparar a un blanco específico, cuando se está orando con otros, tenemos que lograr una perfecta unidad con las personas que están participando de la oración. Algo que es muy complicado, pero muy efectivo. La falta de unidad no solo causa que nuestra oración sea ineficaz, sino que también es la responsable de matrimonios rotos, de negocios quebrados, de iglesias que terminan en división, etc. Cada individuo anda buscando lo suyo, sin tener en cuenta a los demás. Por eso, es necesario que todos aprendamos a buscar a la perfecta unidad, porque “lo más difícil en esta tierra es ponerse de acuerdo con alguien”.

El poder de la unidad es grandioso. ¿Se puede usted imaginar como Jesús transformo el mundo con solo doce discípulos? Pues no necesito enviar de a mil a un determinado lugar, sino que los envió de dos en dos. “la oración del justo puede mucho”. “uno pone a correr a mil, y dos ponen a correr a diez mil”.
Mar 6:7  Entonces Jesús llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad (poder) sobre los espíritus inmundos;
Jesucristo aplico el principio de la unidad.
El 4:9  Más valen dos que uno solo, Pues tienen mejor pago por su trabajo.

En el griego la palabra acuerdo es: “sumfoneo”, y se compone de dos vocablos:
Sum: junto
Foneo: sonar
Así que, “sumfoneo” significa sonar simultáneamente; estar en armonía. Esta palabra viene de la palabra sinfonía que significa sonar al unisono. La aplicación de sinfonía es creer y hablar lo mismo. Cuando dos o más personas se ponen de acuerdo, tienen que sonar de igual manera; y esto se logra hablando y confesando lo mismo.
Amó 3:3  ¿Andan dos hombres juntos si no se han puesto de acuerdo?
Dios ama la unidad; sin embargo, en medio de la unidad, puede haber diversidad. Nosotros podemos hacer las cosas de diferentes maneras, pero para un solo fin y una misma visión. No obstante, el enemigo siempre busca los medios para que no estemos de acuerdo en lo que hacemos. Dios tiene guerra para siempre con el espíritu de Amalec (cuya función es cortar y dividir).
Éxo 17:16  y dijo: "El SEÑOR lo ha jurado. El SEÑOR hará guerra contra Amalec de generación en generación."
Di: diversas
Visiones: visiones

Cuando hablamos de división, es igual a tener varias o diversas visiones, y cuando hay dos visiones o más en un solo lugar, no puede haber unidad.
¿Qué hacemos con aquellos que causan división?
Estemos en guardia y apartémonos de ellos: después de que se ha corregido a una persona una y otra vez, y este sigue sembrando cizaña, sigue con la mala actitud, con la mentalidad diferente y hablando otra cosa que no es la visión, entonces hay que desecharla o evitarla.
¿Qué hacemos con aquellas personas que no tienen unidad para orar?
Muchas veces, lo que ocurre es que la persona ora una cosa, pero está confesando otra o haciendo lo contrario; en este caso, por más que se haya puesto de acuerdo con alguien para orar por esa causa, esa oración no va a ser efectiva, ya que no se está dando una unidad genuina. La persona que no confiesa lo mismo, es el eslabón más débil por donde se rompe la cadena. Pero, de todos modos, usted debe buscar a otra persona para ponerse de acuerdo, porque de lo contrario, nunca obtendrá los resultados que espera.
Mat 18:19  "Además les digo, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por Mi Padre que está en los cielos.
Las palabras claves en este versículo son las siguientes:
§  Dos
§  Juntos
§  Acuerdo
¿Cómo ponerse de acuerdo con alguien?
·         Busque una persona con quien orar.
·         Póngase de acuerdo en lo que va a pedir
·         Después de orar y haber presentado la petición, confiese continuamente lo que pidió y los resultados de lo que espera
·         De gracias a Dios por la respuesta
¿En qué me pongo de acuerdo?
En cualquier cosa que usted quiera pedirle a Dios. Asegúrese que la persona con la que se pone de acuerdo, tiene la misma pasión, el mismo fuego, la misma actitud, confiesa lo mismo y espera lo mismo. De acuerdo a esto, usted podrá obtener resultados poderosos.
Ejemplos de objetivos por los cuales nos ponemos de acuerdo:
1.      Visión
2.      Familia(disciplina de los hijos)
3.      Intercesión
¿Cuál es el resultado final? La victoria en lo que pedimos.
Será que tenemos una mor tan grande por nuestro hermano que somos capaces de pedir por su necesidad como si fuera la nuestra? Recuerde que todo lo que usted haga por otra persona, lo harán por usted cuando lo necesite como cumplimiento de la ley espiritual de la siembra y la cosecha.